A lo largo de la semana
tengo tanto que contarles pero, luego me doy cuenta que, al escribirlo, se me
olvida. Yo sé que todos tenemos infinidad de problemas y, que estos, son
obstáculos en nuestra vida; pero no olvidaré que estos nos hacen más fuertes,
por tan onerosos que sean sé que nos ayudarán diariamente.
Si bien entre ellos podemos
mencionar su magna simplicidad, a nosotros nos afectan como una madre pierde a
sus crías, por eso y por más, los problemas siempre atacarán nuestra vida y la
marcarán de una manera trascendental. Ahora bien tracemos una línea entre lo superficial y vanidoso de
lo que no lo es, el resultado será incoherente pero, nos ayudará a divisar
entre lo que debemos ser y lo que no.
Es por eso que son problemas
¿no? Porque nos ayudan, ya sea, para marcar errores o victorias. El tiempo y
etapa en los que estos suceden será necesario para el contexto del ¿por qué a
mí? Y así lograr entender sus razones; pienso que el mundo está rodeado de
gente optimista y pesimista ¿qué tipo eres tú? Recuerda que eso influirá en tu
manera de recibir los problemas que acecharan siempre tus virtudes como ser
humano. ¡Cuántas personas se resignan a no enfrentar sus problemas! Y eso por
ello que casi todos fracasan en su destino por el mundo, pero piensa… ¿para qué
estamos aquí? Es una pregunta difícil, lo sé; pero también sé que Dios tiene un
plan para nosotros y todo lo que hacemos en distintas categorías entra en
juego.
Me llama la atención cuando
el mundo dice que no hay soluciones exactas a la reconstrucción de la capa de
ozono, no hay solución a la contaminación del planeta. ¡Basta! ¡No mientan más!
¡Sí se puede lograr! Pero para eso todos debemos colaborar y hacer de este
mundo uno mejor.
Nunca lograrás vencer tus
problemas a base de cobardías ni siquiera con mentiras a prueba de fuego. Pues
todo lo que estás sembrando, eso cosecharás. No disimules tus problemas ni los
evites, es mejor enfrentarnos a ellos y normalizarlos lo mejor posible, aunque
también debemos armarnos de valentía y mucha fuerza para derribar la barrera
del éxito, pues, para mí, la base del éxito es enfrentar los problemas y no
huir de ellos.
La superación personal es el
tema del que hoy la juventud ni quiere enterarse por sus temas “positivos”. La juventud de hoy (me
incluyo) estamos hartos de que nos tachen de inmaduros cuando apenas estamos
creciendo y pasando por la historia de todos los adultos. Sé que la juventud no
es la más lista pero… ¿Nunca ha sido así? ¿Nunca nos hemos dejado derrotar?
O solo somos unos niños sin sentido creciendo… ¡No es posible! ¡Qué pasa con
todos y conmigo! Estoy empezando con paranoias porque hasta estoy poniendo
signos de exclamación e interrogación. Eso es todo por hoy.
Atte: Dayrin
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